¿PLANTAMOS UN ÁRBOL?

Con la llegada del otoño y la bajada de las temperaturas, comienza a disminuir la actividad vegetativa en los árboles de hoja caduca y por ello es el mejor momento para la plantación.

A continuación, te explicamos todo lo que debes saber para realizar una perfecta plantación arbórea en tu jardín.

Un árbol de hoja caduca es aquel que se desprende de las hojas de manera natural, en determinada época del año (otoño/invierno) y brota de nuevo, renovando todo su follaje (primavera).

Un aspecto importante es conocer los formatos en los que se pueden adquirir los árboles para su plantación:

A RAÍZ DESNUDA:

Cuando la raíz carece de tierra adherida. Esta forma de comercializarlos es la más económica, pero es preciso realizar la plantación lo antes posible, una vez adquiridos.

EN CEPELLÓN: La raíz de la planta está rodeada de una masa de tierra forrada, normalmente con un geotextil biodegradable o similar.

EN CONTENEDOR: El árbol se comercializa enraizado en sustrato dentro de una maceta de volumen apropiado para el crecimiento por tiempo limitado de la planta. Al estar arraigado, el periodo de plantación es más largo que en los formatos anteriores.

Otro aspecto muy importante a la hora de plantar un árbol es conocer el espacio que necesita el árbol elegido (tanto en copa como de raíz) para su correcto desarrollo. El porte final del árbol nos marcará nuestra elección.

Un error muy común es pretender, que un árbol de gran porte, se desarrolle en un jardín pequeño o en poco espacio de suelo disponible.

Una vez elegido la especie de árbol adecuado y el formato comercial, es hora de describir los pasos para una correcta plantación:

1.- Apertura de hoyo o zanja de plantación.

Tendrá las medidas suficientes para el correcto desarrollo radicular, dependiendo de la especie a plantar.

Como orientación deberá ser 1.5-2 veces el diámetro del cepellón.

2.- Drenaje.

Suministro y extendido de una capa de grava de 20-30 cm de fondo.

El objetivo de esta capa de drenaje es eliminar el agua de manera natural e impedir los encharcamientos y la pudrición de las raíces, así como aparición de hongos en las mismas.

3.- Plantación del arbolado.

Se coloca el cepellón/raíz en el fondo del hoyo de plantación, a mano o mediante apoyo de maquinaria, dependiendo del tamaño del mismo y vigilando que, una vez relleno el hoyo de plantación, el cuello de la raíz no quede enterrado.

4.- Relleno de hoyo o zanja de plantación.

Aporte de tierra vegetal mezclada con arena y turba en proporción 3:1:1

5.- Entutorado

Para evitar el crecimiento inclinado de árbol se disponen de 2/3 postes de madera de 6/8 mm de Ø a modo de tutor, a los que se sujeta el tronco por medio de una correa.

6.- Formación de alcorque o surco de riego.

Si no existe alcorque de obra, se realizará uno mediante un pequeño surco alrededor de la raíz para evitar que se desborde el agua de riego.

7.- Compactación de la tierra.

Se realizará una compactación manual ligera alrededor del tronco con el objetivo de mejorar el anclaje del árbol al terreno.

8.- Riego

Se realizará un riego manual de implantación proporcional al tamaño del árbol. Como orientación, se verterán 50 litros de agua por árbol.

Podemos terminar el trabajo extendiendo una capa de mulch en la capa superficial del alcorque para mantener la humedad y proteger las raíces hasta su arraigo. Los beneficios del mulching os los contamos en un blog anterior.

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